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viernes, 17 de mayo de 2019

LA BATALLA DE GUADALAJARA




Es 9 de marzo de 2019. El lugar, un precioso paraje de la Campiña alcarreña ubicado junto a la A-2, dirección Zaragoza. Hemos aparcado los coches a un lado del camino y andamos cerca de 500 metros hacia el sur, siguiendo el rastro dejado por un tractor. Pronto llegamos al lugar señalado por los mapas que he estudiado una y otra vez durante semanas. El sitio es tranquilo y apacible, lejos del tumulto y el stress de la gran ciudad. El silencio del campo solo es roto por el trinar de algunas aves y por el sonido de algún que otro coche que discurre por la cercana autovía. La temperatura es sumamente agradable. El termómetro marca 19º. Los rayos de Sol brillan tan fuertes que nos obliga a despojarnos de nuestra ropa de abrigo. El terreno es llano, salpicado por algunos pequeños grupos de encinas cuya sombra agradecemos, ante el incremento de una temperatura que va en aumento según avanza la mañana. Le explico a mi amigo Diego que en este mismo lugar, hace exactamente 82 años, tuvo lugar una batalla campal bajo temperaturas de -10º. Él me mira extrañado. Cuesta imaginar que lugar tan hermoso y apacible se viera involucrado en la Guerra Civil.

Y es que el terreno engaña a nuestra vista. No hay rastros de trincheras, fortines, pozos de tirador o de ametralladoras, ni siquiera vestigios de algún pequeño cráter causado por la artillería o el bombardeo de la aviación. El lugar está salpicado de pequeñas construcciones en ruinas que en sus mejores tiempos pudieron ser viviendas. No puedo saberlo. Las supuestas casas carecen de todos los elementos que las caracteriza como tales. No hay dependencias o habitaciones. No hay restos de mobiliario, puertas ni ventanas. Tan solo 3 o 4 paredes de piedra que se asemejan mas a una cerca para guardar el ganado. Y esa parece ser precisamente la función actual de estas construcciones, de acuerdo con  los restos de excrementos que observamos en su interior.


La mayor parte del terreno donde se desarrollaron los combates son actualmente campos de cultivo, pero existen partes sin labrar como estas donde también se combatió con intensidad. Las paredes de piedra de estas antiguas parideras sirvieron de defensa a los soldados de uno y otro bando. 


No obstante,  convencido de que las tropas republicanas y de Mussolini no solo habían pisado ese mismo terreno sino que habían combatido en él, dejo mi mochila junto a una de las cercas y nos disponemos a investigar. 

Las lecturas del suelo nos revela gran cantidad de metralla y fragmentos de bombas. Sabemos que una brigada acorazada de tanques T-26 al mando del general soviético Dimitri Pavlov y las tropas de Líster y Mera combatieron por esta zona y que la aviación republicana castigó duramente este terreno. 

Los diferentes restos posteriormente recuperados nos ofrece además una visión parcial de lo que ocurrió allí en pequeños y determinados momentos de la batalla.

Algunas determinadas áreas muestran  un fuego intenso de fusilería a tenor de los cartuchos hallados en algunas partes del terreno. Los cartuchos pueden darnos bastante información sobre un combate. Sabemos que el ejército de la República utilizó hasta 16 fusiles diferentes con 9 tipos de calibre. En algunas zonas encontramos cartuchos y balas de fusil de uno u otro bando de diversos calibres. También hallamos casquillos de una pistola de 9mm. A unos 50 metros de la primera línea de fuego, en la retaguardia, hallamos bastantes latas de conservas junto a una de las paredes de la cerca, todas habían sido abiertas a cuchillo o bayoneta. El sitio no fue escogido al azar. Los soldados que comieron aquí, sentados y con sus espaldas apoyadas sobre la cerca, podían sentirse a salvo de cualquier ataque enemigo y comer o descansar con relativa tranquilidad.


Imagen de una de las diferentes latas de conserva que hallamos enterradas junto a una cerca. Se trata de un bote de leche condensada, muy usada durante la Guerra Civil. También encontramos latas de sardinas y de carne. 


También nos percatamos de la importancia que tuvieron los muros de las diferentes cercas que ocupan este lugar. Estas antiguas casas sirvieron como parapetos y desde aquí, los soldados  descargaron sus fusiles con rabia. Encontramos varios "peines" de munición (uno de ellos de fabricación norteamericana), cartuchos y algunas balas. También algunos fragmentos de granada. La batalla en este punto debió ser encarnizada. La disposición de los cartuchos nos indica que las balas fueron disparadas hacia el este y hacia el norte, en dirección a la carretera de Zaragoza, por lo que entendemos que esos soldados se encontraban copados en esas direcciones. Llegó un momento en que los frentes quedaron muy cerca unos de otros, ya que encontramos algunos fragmentos de granadas de mano muy cerca de los parapetos.


Por todo el terreno abunda el material bélico, pero también objetos de la vida cotidiana. Aquí podemos ver algunos cartuchos de fusil, un casquillo de una 9mm, un par de balas, un par de "peines" de fusil, una especie de candil antiguo para iluminarse durante la noche o simplemente calentar una lata de conserva. También hay una insignia y un plato con una taza típicos de la época. En un principio no sabíamos que hacer con el plato y la taza, pero Elena, la esposa de mi amigo Diego, los ha restaurado y ahora lucen muy bonitos. Ya colgaré una foto en su estado actual.


Por último, a unos 25 metros al oeste, hacemos un hallazgo sorprendente. En una de las ruinas rescatamos varios frascos de medicamentos de esa época en perfecto estado, aunque vacíos. El lugar debió utilizarse como enfermería provisional. En uno de los muros derruidos había además un par de fragmentos óseos de lo que parece fue un brazo humano. Quizás se produjo una operación de urgencia que derivó en una amputación por infección de una herida, por un impacto de la metralla o por congelación, ya que las temperaturas de aquellos días estuvieron por debajo de los 10 grados.


El lugar en el que creemos fue utilizado como enfermería provisional había pequeños fragmentos óseos y algunos frascos de medicamentos escondidos entre las piedras de las paredes. El primer frasco de la imagen corresponde a un jarabe para la tos muy utilizado en aquella época. Era usado en niños para la tos ferina y en adultos para la tos rebelde. Aunque con el tiempo ha perdido la etiqueta que llevaba pegada, la marca está labrada en el mismo cristal. Es el célebre jarabe para la tos, Bebé. Con temperaturas que llegaron a los 10 grados bajo cero durante la batalla, los casos de tos debieron ser muy frecuentes en esta zona.
El segundo frasco no sabemos que contenía. Sabemos que el líquido interior se usó para inyectar alguna substancia a los soldados.
El tercer frasco, aunque tampoco sabemos su contenido, está fuertemente sellado y 82 años después aún quedan restos del medicamento en su interior. En el frasco está grabado el nombre de Dr. Aristegui. Este doctor fue un farmacéutico muy célebre a finales del siglo XIX. En 1925 fundó un laboratorio o farmacia que aún sigue funcionando.      

Hemos vuelto al lugar en un par de ocasiones más y aún nos queda mucho por descubrir. Apenas hemos rascado un 1% de la zona a investigar y estamos seguros de que el lugar aún esconde muchas sorpresas. Por desgracia, algunas zonas de este viejo campo de batalla forman parte de extensos campos sembrados que por respeto hemos evitado pisar y así evitar la ruina de una parte de la cosecha.

A continuación y para que el lector se haga una idea y tenga una visión más exacta de como se desarrolló esa batalla, aquí se lo cuento. 


CTV

   
Al comienzo de la Guerra Civil, Franco obtuvo el reconocimiento y la ayuda directa de dos potencias mundiales en su cruzada contra la República. Alemania e Italia. En su contribución a la guerra, Italia se involucró de manera más directa que Alemania. Durante el tiempo que duró el conflicto, los italianos enviaron ingentes cantidades de material bélico acompañado de asesores militares y miles de soldados, algunos, veteranos de la guerra contra Abisinia. Eran los Corpo Truppe Volontarie o CTV. Franco, recibió gratamente un material de guerra muy necesario para imponerse a sus enemigos, sin embargo, el envío de tropas extranjeras que él no había pedido le hacía poca o ninguna gracia. Franco no quería injerencias foráneas que le aconsejara como hacer la guerra. Mussolini era partidario de una victoria rápida, en la que sus soldados fueran protagonistas indiscutibles de ese triunfo. La táctica de "Guerra célere" (estrategia de guerra relámpago consistente en rápidas operaciones motorizadas, apoyadas por la aviación) empleada con mucho éxito en Libia, Abisinia y Málaga y que luego sería copiada por los alemanes en la II Guerra Mundial, ayudaría a acabar con la guerra en cuestión de semanas o pocos meses. 

Las tropas italianas estaban mandadas por el general Mario Roatta y estaban compuestas por la División Littorio (general Bergonzoli); la División Dio lo vuele (general Rossi); División Fiamme Nere (general Coppi); y la División Penne Nere (general Nuvolini). Los medios mecanizados estaban compuestos por un batallón de carros ligeros Fiat-Ansaldo L-3/35, una compañía de carros blindados Ansaldo-Lancia IZ y otra de autoametralladoras. Tenían artillería muy numerosa y contaban con el apoyo aéreo de la Aviación legionaria.


En esta imagen vemos a las tropas victoriosas del CTV a punto de entrar en Málaga.

Tras su "paseo militar" en Málaga, en cuya batalla las tropas italianas actuaron casi de manera independiente, Mussolini quiso explotar su éxito exigiendo a Franco protagonismo casi exclusivo para amenazar la sede del Gobierno republicano en Valencia, con lo que acabaría prácticamente con la Guerra. Sin embargo, Franco estaba obsesionado con tomar Madrid y deniega la petición italiana. Al estancarse en el frente del Jarama, los italianos vuelven a solicitar el protagonismo para cortar la carretera de Valencia. Franco accede imponiendo que los italianos marchen flanqueados por fuerzas españolas. Su objetivo sería romper el frente defendido por la 12ª División republicana, 56 kilómetros al norte de Guadalajara. Para ello, el CTV partiría desde Sigüenza apoyados al norte y al sur por la División Soria, comandadas por el general Moscardó

Tras un bombardeo de artillería y de la aviación, la División Penne Nere (Plumas Negras) atacaría por la carretera de Francia que pasaba por Trijueque, Torija y Guadalajara. La Fiamme Nere (Llamas Negras) atacaría por una carretera secundaria al sureste, que pasaba por Brihuega. El resto de fuerzas quedaría en retaguardia como reserva. La meta era que las dos divisiones se encontraran en el cruce de carreteras de Torija, a 17 kilómetros de Guadalajara. Desde allí, las columnas motorizadas penetrarían rápidamente en terreno republicano rebasando Guadalajara hasta llegar a Alcalá de Henares. Así, Madrid quedaría atrapada entre dos fuegos y su caída sería inminente. Muy pronto, los planes italianos se iban a ir al traste, pues como bien iba a decir una coplilla posterior "Guadalajara no es Abisinia".


       
COMIENZAN LAS OPERACIONES


La mañana del día 8 de marzo había amanecido fría, muy fría. Las operaciones de la ofensiva comenzaron con un bombardeo intenso de artillería italiana sobre las posiciones republicanas, tras lo cual las tropas fueron avanzando con ayuda de las tanquetas. El avance resultó lento y pesado debido a las condiciones climatológicas adversas. Días atrás había llovido y el terreno embarrado ralentizó la marcha de unos vehículos que se quedaban atascados en el lodazal. No obstante, el día 9 por la mañana, los italianos toman Almadrones y más al sur caen Masegoso y Cogollor. Al mediodía, la 12ª División republicana se retira con desorden. Roatta manda a los Plumas Negras avanzar, sin embargo, las tropas no mantienen bien las distancias y se produce un embotellamiento en la carretera de Zaragoza. De todos modos al terminar el día, el CTV ha avanzado 20 kilómetros por esa carretera  y 15 por la de Brihuega.

El mal tiempo produjo atascos importantes en la carretera de Zaragoza. Los italianos fueron blanco fácil de la artillería y la aviación republicana que los ametralló a placer.


El general republicano Miaja ordena rápidamente al teniente coronel Jurado que se haga cargo de la situación en Guadalajara. Se crean dos grupos tácticos: el de Torija, al mando de Hans Kahle y el de Brihuega, a las órdenes del general Lukacs. Un tercer grupo al mando de Valentín Gonzalez, El Campesino, queda como reserva. También se envía una compañía de tanques soviéticos T-26, 60 ametralladoras. dos lanzabombas y una batería antiaérea.

Los primeros contactos entre los Plumas Negras y las unidades de la 11ª Brigada Internacional dan como vencedor a los primeros que avanzan 18 kilómetros. Mientras, más al sur se avanza unos 4 kilómetros al noreste de Brihuega. En la tarde del día 9, los italianos se detienen a causa del cansancio y el mal tiempo. Esto da tiempo para que los tanques T-26 vayan llegando y tomando posiciones en los bosques al sur de Brihuega. Al amanecer del día 10, el 5º Grupo de Banderas toma Brihuega. Sin embargo, el Batallón Garibaldi de la 12ª Brigada Internacional ha llegado al sector y ocupa posiciones en los bosques del suroeste. Los Plumas Negras avanzan por la carretera que va de Brihuega a Torija, pero se ven sorprendidos por los batallones Garibaldi y André Marty, mientras que la columna que avanza por la carretera de Zaragoza se ve frenada por 1.600 hombres de la 11ª Brigada Internacional. La jornada termina con la toma de Brihuega por parte de los italianos y de Miralrío, Bujalara, Jadraque y Castilblanco por parte de la 2ª Brigada del coronel Marzo.


              Mapa de operaciones de los diferentes ejércitos de ambos bandos.

El día 11 llueve con ganas y los Plumas Negras tratan de romper las defensas republicanas y tomar Trijueque, mientras los LLamas Negras deben atacar por la carretera de Brihuega a Torija para envolver a los defensores de Trijueque. Sin embargo, los LLamas Negras son aniquilados por los republicanos apostados y escondidos en el bosque. Los Plumas Negras consiguen desalojar Trijueque y avanzar algo más de 1 kilómetro hacia Torija. Las tropas de Marzo, mientras tanto, han conquistado Cogolludo y Carrascosa.



LA CONTRAOFENSIVA

Ese mismo día, Miaja crea el 4º Cuerpo del Ejército con las divisiones 11, 12 y 14 mandadas respectivamente por Enrique Líster, el  coronel Lacalle y Cipriano Mera

La 12ª Brigada Internacional ocupa la totalidad del bosque entre Brihuega y Torija y esa misma noche el Batallón Garibaldi captura a la plana mayor del batallón de ametralladoras de la 4ª División Littorio, cuyo comandante "canta" como un pajarito. 

La mañana del día 12 es tan fría que comienzan a aparecer casos de congelación entre las tropas.

Los aviones republicanos salen y comienzan a ametrallar y lanzar bombas de fragmentación a los PLumas Negras. Los republicanos son dueños del aire, ya que disponen de  aeródromos cercanos y cementados y pueden salir a hacer incursiones. Los aeródromos con pistas  de tierra de la aviación nacional impide a los aparatos despegar a causa del barro acumulado en las zonas de despegue. Solo al atardecer salen algunos aviones italianos desde Soria para auxiliar a sus compatriotas.


Esta fotografía muestra  todo el material abandonado por los italianos del CTV. 

La batalla sigue su curso a lo largo de la carretera de Zaragoza, pero esta vez es el CTV quién acusa más la pérdida de hombres. Roatta decide relevarlos y por la noche, cuando se deciden a hacerlo, se produce el desastre. Muchos soldados ansiosos, abandonan sus puestos antes de que llegue el relevo. En el otro lado de la carretera, Moscardó toma Copernal, pero detiene el avance cuando tiene noticias de la penosa situación de sus compañeros de armas italianos.

El día 13 por la tarde, la Littorio tiene que abandonar Trijueque ante el empuje de los republicanos.

El día 14, la 12ª Brigada Internacional asedia el Palacio de Ibarra, última defensa de los fascistas italianos en el bosque de Brihuega. La defensa la manda el Camisa Negra Alberto Montanari. A las 11:00 de la mañana el palacio está totalmente cercado. A las 14:00 Montanari intenta una desesperada salida hacia el bosque. Algunos consiguen romper el cerco y llegar hasta Brihuega. Mientras, un destacamento de la 1ª División Dios lo quiere, consigue entrar en el palacio y unirse a la defensa del mismo. Durante horas hay un intercambio de disparos, hasta que sobre las 18:00 los republicanos rompen la resistencia y entran en el edificio. Se combate habitación por habitación, se lucha cuerpo a cuerpo. Algunos italianos huyen, otros se resisten, la masacre es total. 150 soldados italianos yacen muertos en las diferentes habitaciones del edificio. Se captura unos 100 soldados y otros 50 consiguen huir.



En torno al kilómetro 83 de la A-2, dirección Zaragoza, hay un desvío hacia el sur, dirección Brihuega, cuya carretera parte en dos el bosque donde tuvo lugar el enfrentamiento entre italianos del CTV e italianos comunistas. Siguiendo la carretera dirección Brihuega, en la parte occidental del bosque, nos encontramos con una vía de acceso que lleva a la ubicación exacta donde se levantaba el Palacio de Ibarra, actualmente destruido y desaparecido en su totalidad. Sin embargo, un cartel bien visible a un lado del camino explica bien claro que no eres bienvenido a ese lugar. Paralelo a ese camino, al otro lado de la carretera, en el lado oriental del bosque, puedes acceder a pocos metros, a la construcción que se observa en la imagen; Es la Atalaya Arcana. Si nos fijamos bien en la parte superior, tiene un añadido que no forma parte de la construcción original. Son ladrillos colocados de tal manera que forman un conjunto de troneras, listas para disparar y defender esa zona en todos sus ángulos. El lugar está rodeado de encinas tan enfermas que cualquier golpe leve a sus ramas, estas se rompen con facilidad.   


Durante el conflicto, los republicanos italianos lanzan miles de octavillas al enemigo con el testimonio de varios prisioneros, animando a sus compañeros a rendirse y pasarse al otro lado, donde les darán de comer, beber y fumar. En los bosques de Brihuega suenan además  potentes altavoces, invitando a los Camisas Negras a largarse del país o pasarse a sus filas.



FIN DE LA BATALLA

Ambos ejércitos deciden reorganizarse. Los fascistas italianos necesitan reorganizar  sus líneas y los republicanos reiniciar la ofensiva. Con la mira puesta en Brihuega, la República reúne unos 40.000 hombres. Franco decide continuar la ofensiva y se reúne con Roatta el día 18. Pero mientras ambos jefes están parlamentando, más de 100 aviones republicanos empiezan a bombardear las líneas italianas en torno a Brihuega. 30 minutos más tarde, Dimitri Pavlov al frente de 70 tanques al frente, rodea el pueblo y ataca junto a las fuerzas de Líster y Mera.

La actuación del general ruso Dimitri Pavlov al frente de  70 tanques soviéticos T-26 fue decisiva para ganar la batalla. A pesar de este triunfo y una actuación memorable en el frente del Jarama, Pavlov sería ejecutado por orden de Stalin posteriormente, cuando cayó derrotado por la Wermacht en la Batalla de Bialystok-Minsk durante de II Guerra Mundial.  

Tanto la carretera que va desde Torija a Brihuega como la que va de Brihuega al kilómetro 83 de la carretera de Zaragoza es tomada por los republicanos. Las tropas italianas se retiran y retroceden.

El día 19, Roatta pide a Franco relevar a sus tropas por fuerzas españolas. Franco deniega su petición. 

El día 20 tanques rusos intentan progresar por la carretera de Zaragoza, pero el ataque es abortado por la artillería italiana.

El 21, los italianos vuelven a repeler otro ataque. Franco entonces acuerda retirar las tropas italianas el día 23.

El mismo día 23 la 11ª División republicana intenta un ataque en el margen izquierdo en torno a Hita que acaba en el más absoluto desastre. Aunque han recuperado las posiciones perdidas ya no pueden avanzar más y los frentes se estabilizan en torno al kilómetro 97 de la carretera de Zaragoza.

El balance de muertos y heridos en ambos bandos es dispar según el autor. Lo cierto es que las bajas en el bando republicano fueron mayores que en las nacionales. Se estima que aproximadamente los republicanos tuvieron 2000 muertos, 4000 heridos y otros 400 prisioneros. En el bando sublevado las pérdidas se resumen en unos 1.200 muertos, 3.000 heridos, 500 prisioneros y gran cantidad de material de guerra abandonado. 

A pesar de las bajas sufridas, esta fue una gran victoria para la República. Tuvo una gran repercusión a nivel mundial y demostró ante la Sociedad de Naciones la participación directa de Italia en el conflicto español. 



    









   



martes, 1 de enero de 2019

ESPAÑA: LEYENDA NEGRA Y MITOS



El ataque a España y a los españoles en general, no es nuevo y ha sido una constante a lo largo de los siglos. Sus enemigos naturales como Italia, Francia, Inglaterra u Holanda no dudaron en crear una imagen despótica, genocida, tirana y cruel de nuestra nación, el rey, los conquistadores de América y de los propios tercios que lucharon contra ellos. Machacaron con sus letras y su propaganda a instituciones como la Inquisición y no dudaron en mostrar grandes dosis de intolerancia y falta de  respeto hacia nuestro ADN, comparándolo con el africano, como si eso fuera el peor de los males. De sobra es conocida la frase de Alejandro Dumas "África comienza en los Pirineos"

Es paradójico que hayan sido precisamente algunos autores anglosajones los que hayan tenido que acabar con la leyenda negra, mientras  hay historiadores españoles que aun siguen tragándose el bulo. No obstante, la tendencia está cambiando y cada vez hay más escritores patrios como Elvira Roca Barea, que con su Imperiofobia y Leyenda Negra, nos ha legado el libro definitivo que echa por tierra esa mitificación. Otras obras como 1492, de Alberto Gil, o Sobre la Leyenda Negra, de Iván Vélez, y un largo etcétera de expertos e historiadores, se han sumado a desmitificar la leyenda negra y nos han legado libros que cada español y antiespañol debería leer. Entre los autores extranjeros que se han sumado a la desmitificación podemos destacar a hispanistas ingleses como John Elliot, Hugh Thomas, Paul Preston, Henry Kamen (un autentico experto sobre  la Inquisición Española) o el norteamericano  Stanley G. Payne con su obra En Defensa de España. Ya a mediados del siglo XX el sueco Sverker Arnolsson acometió una excelente investigación sobre  nuestra leyenda negra plasmándolo en su libro Los Orígenes de la Leyenda Negra. Uno de los escritores e hispanistas más destacados de Latinoamérica, y bastante desconocido en nuestro país, es el colombiano Pablo Victoria. Victoria es economista, historiador y ex senador por Colombia. Ha escrito varias novelas ambientadas en la América hispánica y es uno de los más acérrimos defensores de la presencia española en América. En sus conferencias, Victoria ha probado con datos y documentos la falacia y falsedad de nuestra leyenda negra. Para el escritor colombiano existen motivos políticos, religiosos y sociales que empujaron a otras naciones ha considerar a España como la bestia negra de la humanidad. La hegemonía española sobre sus competidores y enemigos sería uno de los motivos claros y obvios por los que volcar mentiras y falsedades sobre nuestro país. El racismo ha estado patente en las mentes de otros países, al considerar a España un país norte africano o a los españoles como bárbaros semitas. Las guerras de religión habidas entre 1524 y 1697 seria otro exponente. 

Elvira Roca Barea se ha convertido en adalid de la lucha contra la leyenda negra.


ORIGEN DE LA HISPANOFOBIA

¿De donde viene esa animadversión y mala fama que nos ha acompañado durante siglos?

Probablemente el origen de nuestra leyenda negra comience 800 años atrás. Las compañías almogávares, sin duda el mejor ejército de la época, conquistaron, destruyeron y arrasaron allá donde ponían un pie. Italianos, griegos, bizantinos, franceses y turcos, fueron víctimas de la impotencia, al ser incapaces de derrotar a unos soldados que eran implacables e invencibles en la batalla. Los almogávares llegaron incluso a exterminar a toda una generación de caballeros y nobles franceses. Aunque  los cronistas extranjeros, sobre todo griegos y franceses dejaron patente la falta de piedad de estos soldados mercenarios, la época en la que ocurrieron los hechos, ninguna nación del mundo se quedaba atrás respecto a crueldad como bien mostrarían los cruzados,  Tamerlán o Gengis Khan

En Italia destacaría especialmente la "tirria" a España, sobre todo a partir del siglo XVI. La Monarquía Hispánica llegaría a poseer el Ducado de Milán, Marquesado de Finale, los reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña o los Presidios de Toscana. El orgullo italiano por su pasado imperialista, chocaba con el nuevo y emergente Imperio Hispánico. En los Estados Italianos no dudaron en criticar ferozmente la figura del español a la vez que les admiraba por su valentía y fiereza en el combate. Hay que recordar que muchos de los grandes héroes y leyendas de nuestro Imperio, al servicio de la Corona eran de origen italiano, como Alejandro Farnesio, Andrea Doria, Rodolfo Acquaviva, Giovanni Battista o los arquitectos Antonelli. Sería a raíz del conocido "Saco de Roma" cuando el rencor se incrementaría. Todo ocurriría cuando el francófilo Papa Clemente VII quiso liberarse de la dominación Imperial, apoyando abiertamente a Francia. Los franceses fueron derrotados por los imperiales, pero al escasear los fondos para pagar los sueldos, los soldados al servicio de nuestro rey dieron rienda suelta al saqueo y el pillaje de la Ciudad Eterna. El Papa quedó tan traumatizado que no volvió a osar conspirar contra el Emperador. Este profundamente conmovido por los desmanes de sus hombres, pidió perdón reiteradamente y vistió de luto durante largo tiempo. Sin embargo, el daño estaba hecho y los españoles serían acusados de crueles y bárbaros, a pesar de que en el contingente, los hispanos solo representaban un tercio del total. El grupo más numeroso lo componía los alemanes con 10,000 efectivos. Tampoco se cuenta que había muchos italianos entre las filas imperiales.


GUERRAS DE RELIGIÓN

Alemania, Suiza, u Holanda destacan sobre todo por las guerras de religión. El luteranismo, el calvinismo o el protestantismo en sí, se convirtieron en enemigos acérrimos del catolicismo, representado por Roma y el Emperador. El protestantismo no dudó en utilizar a la Santa Inquisición como objeto de crítica a España, obviando que las mayores represiones religiosas se cometieron en los países protestantes. El Poder Civil en nuestro país ejecutó a unas 3000 personas relacionadas con delitos denunciados por la Inquisición en toda su historia. Menos de un 10% de los procesados. Veamos las diferencias entre unos y otros. De 125.000 procesos abiertos que tuvo la Inquisición en un determinado momento, solo se ejecutaron a 46 personas (0,0005%). En la Europa protestante, se ejecutaron a 50,000 personas de 100.000 procesos abiertos, sin garantía jurídica ninguna (50%) ya que el acusado no tenía posibilidad alguna de defensa. Solo en Alemania se ejecutaron a 10.000 personas en 10 años. 

En Alemania se ejecutaron a 25000 personas acusadas de brujería, a veces, sin juicio previo, y en Suiza, el calvinismo ejecutó al 90% de los procesados. En Francia, la Inquisición llevaba funcionando desde hacía décadas antes de que se instaurara en España. Allí se persiguió duramente a los cátaros y posteriormente a los hugonotes, que sufrieron una gran matanza en la llamada Noche de San Bartolomé, en 1572. En España, el proceso estaba muy institucionalizado y no se firmaba una sentencia a la ligera. Los juicios podían durar días, semanas o incluso meses. Hay que decir que la ejecución solo se llevaba a cabo con los reos más recalcitrantes y que la confesión a veces podía librarle de la muerte. Para librarse de ella, muchos confesaban aunque no estuvieran diciendo la verdad.  La sola idea de la ejecución, o la misma imagen de los aparatos de tortura desataban las lenguas más cerradas. Con todo, hay que decir que la mayoría de los aparatos de tortura que podemos contemplar en los museos españoles, no son autóctonos, sino originarios de Francia o Alemania. Tras la confesión, el reo podía quedar en libertad (a veces, obligado a llevar el famoso sambenito), encarcelado por una temporada, o simplemente sufrir una multa administrativa. De todos modos, las penas impuestas por la Inquisición fueron más benévolas que las del poder judicial civil y muchos abjuraban de sus creencias para poder ser juzgados por la Inquisición.  La Santa Inquisición modificó la pena de galeras a perpetuidad por la de 5 años. Permitía al reo arrepentirse y reparar el daño causado. Ningún escritor o dramaturgo en España fue perseguido por sus escritos. En francia lo fueron Moliere, Villon, Rebelais, Víctor Hugo, Voltaire, Zola, Chateaubrian..

En Alemania hubo una histeria colectiva que condenó  a miles de mujeres acusadas de brujería.

La expulsión de los judíos en 1492 seria otra excusa para volver a criticar a los indolentes españoles y su institución. Es un hecho que ha perdurado en la memoria colectiva y los registros en todo el mundo. Sin embargo, olvidamos convenientemente que Inglaterra también expulsó a los hebreos en 1290; Francia en 1306, 1321 y 1394; Alemania lo hizo en el siglo XIV e Italia en el XVI; Hungría en 1349; Austria en 1421; Lituania en 1445  y 1495; Portugal en 1497 y Bohemia y Moravia en 1744.


AMÉRICA


Con el descubrimiento y conquista de América, España se convertía en la nación donde nunca se ponía el sol. Nuestra patria no obstante tenía que lidiar en varios frentes. Por un lado, la pacificación de las Indias occidentales, por otro, la guerra con los turcos por el control del Mediterráneo y evitar que los otomanos  invadieran Europa. Había que sofocar la sublevación de los Países Bajos, teníamos continuas e interminables guerras contra Francia, contra la piratería de los corsarios ingleses y las guerras de religión. En el interior, había recelos contra la población morisca, que acabaría siendo expulsada tras la Rebelión de las Alpujarras. Tantos frentes abiertos terminarían desangrando a los hijos de España y a las arcas del Estado.

 España nunca tuvo colonias y sí provincias y virreinatos como muestra la imagen.

Tantas guerras serían aprovechadas por los ingleses, quienes buscaban desequilibrar el poder imperial y acabarían por aliarse con los enemigos de nuestro país. Los corsarios ingleses atacaban y saqueaban las costas españolas más desguarnecidas y abordaban los galeones que retornaban del nuevo mundo, cargados de oro, plata y productos exóticos. Tras el fracaso de la Armada Invencible, Inglaterra contraatacó y dispuso una fuerte armada al mando de Francis Drake, con 12000 hombres, que serían rechazados en La Coruña. Pese a la superioridad naval inglesa, nuestra armada pudo limpiar el mar de corsarios, y la derrota de Vernon en Cartagena de Indias por Blas de Lezo sumió a Inglaterra en la vergüenza. Así, lo que no podían ganar por las armas, la Pérfida Albión habría de ganarlo por la propaganda. Y es que mientras Inglaterra colonizaba el norte de América y exterminaba sin contemplaciones a sus naturales (95%), hacían circular decenas de publicaciones contra España y el supuesto trato vejatorio que dispensaban los conquistadores y encomenderos a los nativos americanos. Holanda hacía lo propio y no tardaron en traducir y expandir las publicaciones de fray Bartolomé de las Casas, un dominico que denunciaba, a veces con celo excesivo, los maltratos de los encomenderos hacia los indios. Los holandeses, que deseaban sacudirse el dominio español de sus tierras, elaboraron una serie de grabados en los que aparecían los conquistadores cometiendo mil y una troperías contra los indios. Con eso pretendían mostrar  a sus ciudadanos cuan malos y crueles éramos y a la vez encender los ánimos para expulsarnos de allí.  De las Casas hizo mucho daño con sus  exageraciones acerca de los desmanes perpetrados por los españoles  a los nativos o minimizó el impacto de los sacrificios humanos, cifrándolos en números infinitamente inferiores a los realmente cometidos, como se ha demostrado con creces. El dominico nunca llegó a criticar a los conquistadores, sino a los encomenderos, que se saltaban a la torera las disposiciones reales.  De las Casas era partidario además del uso de esclavos negros, para hacer el trabajo de los nativos, ya que en aquella época, los negros no tenían consideración de personas. No obstante, la manumisión fue una constante en la América latina y hubo muchos negros  que pudieron vivir como hombres libres, incluso participaron de la Conquista. 

Una de las crónicas más extraordinarias y que dejan en evidencia a de las Casas son las de fray Toribio Benavente, un franciscano que junto a otros 11 frailes arribaron a Nueva España y nos cuenta el día a día en el nuevo mundo. Benavente, al que los indios llamarían Motolinía, "pobre" en nahuatl, debido a la pobreza de sus ropas, nos relata una situación muy distinta a la que los malintencionados cronistas ingleses o de las Casas nos tienen acostumbrados. De hecho, Motolinía se enfrentaría a de las Casas llamándolo prácticamente mentiroso. Hernán Cortés, había solicitado al rey el envío de religiosos que predicaran el evangelio a los nuevos súbditos de la Corona. Pero hizo una súplica especial. Los religiosos  no podían pertenecer al clero secular, ya que Cortés consideraba almas puras a los nativos y quería evitar que obispos, curas o cardenales les contagiaran de sus vicios. La Orden de los franciscanos, con su voto de pobreza serían los encargados de la predicación. 

Llama la atención como Motolinía se fija en los numerosos templos en los que los nativos continuaban haciendo los sacrificios humanos, echando por tierra las difamaciones que los enemigos de España hacían, asegurando que Cortés mandó destruirlos todos y que forzó a la población indígena a convertirse al cristianismo. Sin embargo, esto último también lo desmiente el fraile, confirmando la libertad de conciencia de los indios. Los nativos seguían practicando su religión abiertamente y sus antiguos lugares de culto solo serían destruidos a medida que iban convirtiéndose al cristianismo. El franciscano además, nos describe minuciosamente el ritual de los sacrificios humanos, mencionando  una celebración azteca anual en la que participaban miles de víctimas. 

Grabados neerlandeses como este pretendían mostrar al ciudadano holandés una nefasta imagen de España y los conquistadores.  

También en México algo está cambiando. En 2016 el Centro de Estudios de Historia de México celebró un ciclo de conferencias sobre Hernán Cortés, en las que se desmitifica al conquistador y la conquista. Los documentos visuales están ubicados en Youtube y es una oportunidad única de escuchar a importantes y reputados historiadores del país azteca sobre la visión histórica actual que tienen sobre su tierra. Este año de 2019 se conmemora el 500 aniversario de la Conquista de México.

Una de las leyendas negras más extendidas nos habla sobre el supuesto genocidio perpetrado por los malvados españoles, cargándose a 20 millones de indios. Veamos lo que dicen los datos:

De 1493 a 1600 llegaron algo más de 54.000 inmigrantes españoles al continente americano repartidos de esta manera. Desde 1493 a 1519 llegaron 5.481; de 1520 a 1539 llegaron 13.262; de 1540 a 1559 arribaron 9,044 españoles; de 1560 a 1579 fueron 17,586 y de 1580 a 1600 llegaron 9.058. Esto significa que los españoles tenían que matar 1095 indios los 365 días del año durante 50 años. Cosa harto imposible. Si bien es cierto que los españoles trajeron enfermedades en las que los nativos no estaban preparados para asimilar, la muerte llegaba por igual a indígenas y españoles, como está bien registrado. La excusa del genocidio es absurdo y lo que sí hubo fue mestizaje y asimilación. Como dato a tener en cuenta, los territorios explotados por Inglaterra en Norteamérica acabaron con el 95% de la población autóctona. Australia también sufrió la presencia inglesa con una reducción del 90% de la población nativa.

Respecto a la inquisición, en toda América solo se ejecutó a 100 personas en 250 años. 

Los territorios americanos nunca fueron considerados como colonias, sino provincias incorporadas a la Corona, con todos los derechos, privilegios y obligaciones que los españoles.

“Considerando vuestra majestad que los vastos y preciosos dominios de América no son colonias ni factorías, como las otras naciones, sino parte esencial e integrante de la monarquía española.”

“Tan españoles somos como los descendientes de don Pelayo..”

A ojos de un individuo del siglo XXI, la Conquista puede ser objeto de rechazo y crítica, pero fue una época convulsa de continuos cambios políticos, sociales y territoriales. Los turcos amenazaban Europa y se imponían en el Mediterráneo con sus poderosas flotas y su cuerpo de élite, los jenízaros; Francia continuaba su pugna con España por controlar Italia; Portugal se extendía por oriente e Inglaterra se sumaba al juego de la expansión, conquistando el norte de América. Mas tarde, en el siglo XIX, las principales potencias europeas, en su afán expansionista, se repartirían África, imponiendo sus propias fronteras y desplazando a millones de personas. El Congo Belga sufriría uno de los genocidios más atroces de la historia.


LA LEGITIMIDAD DE LA CONQUISTA

Con el Edicto de Milán de 313, Constantino reconocía la autonomía de la Iglesia para gobernarse a si misma, a  sus líderes para gobernar a sus fieles y soberanía para elaborar sus propias leyes. El Estado Romano concedía a la Iglesia ser otro Estado, con el Papa a la cabeza de ese Estado. Pero la iglesia se convertiría posteriormente en doble Estado a raíz del convenio que Mussolini hizo con la Iglesia, cediendo el territorio del Vaticano. Tras la caída del Imperio Romano, la Iglesia pasaba a convertirse en el Primer Estado. El Papa tenía la autoridad suprema en Europa y todos los reyes apelaban a su autoridad para mediar en conflictos territoriales. En nuestro caso, España obtuvo el permiso papal tanto para la conquista de América como de las Canarias, a cambio de la evangelización de sus gentes.

La hipocresía de las potencias extranjeras no tenía límite, ya que la Conquista de América estuvo legitimada de acuerdo con las leyes de la época.

Derecho Romano: El descubrimiento y ocupación territorial era titulo suficiente para ejercer el dominio sobre la tierra ocupada.

Derecho Medieval: De acuerdo a estas leyes, los indios carecían de personalidad jurídica y no eran sujetos de derecho.

Derecho Pontificio: Suprema jurisdicción internacional. Había otorgado a España el derecho de conquista siempre y cuando evangelizaran a los nativos.

La Santa Sede por tanto, estaba considerada como el primer Estado mundial y que ésta reconociera las conquistas españolas, le otorgaba a España un plus de legalidad. Igualmente, España cumplía con los 3 requisitos.

Sobre la esclavitud, no vamos a negar que España era esclavista, pero si nos atenemos a los hechos, la esclavitud en los territorios hispanos era menor que en los de otras potencias, de acuerdo con el alemán Alexander Von Humboldt:

Territorios         Población           Libres            Esclavos

Antillas francesas    310.000           22,6%             77,4%
Antillas inglesas     505.000          19,0%           81,0%       
Jamaica                 402.000           15,0%             85,0%
Antillas españolas   220.000           89,0%             11,0%
Cuba                      987,000           71,9%             29,1%
México                    6.000.000        99,8%             0,02%

Para muchos latinoamericanos, los españoles solo dejaron pobreza, miseria y analfabetismo, pero otra vez los datos desmienten tales afirmaciones:

1500        Se elabora el primer mapa mundial
1517        Se elabora la primera geografía de América
1524        Se crea la primera escuela para indios
1536   Primeras imprentas, libros, cartografías, diccionarios de lenguas nativas. La primera imprenta inglesa data de 1638
1541     Primer periódico. Hoja de México. En América de norte no aparecerá hasta 1704, en Alemania 1615 e Inglaterra 1622.
1543        Primeras escuelas industriales para indios.
1575        Libros en 12 lenguas indígenas
1545        Primera partitura
1579      Primera autopsia en la universidad de México. 1 año antes que Félix Platter la practicara en Basilea.
1538     Primera Universidad en Santo Domingo (ni holandeses ni portugueses fundaron universidades)
1539    Creación del cabildo (pequeño parlamento con funciones jurídicas)
1542         Leyes de Indias
1548         Construcción de la catedral
1556         Primera escuela para niños huérfanos
1783\1817 Expedición Botánica
1803         La vacuna contra la viruela es traída de España.

Además, el Rey reglamentó la jornada de 8 horas y el descanso de sábados y domingos y la reina Isabel I es antecesora de los Derechos humanos.

Suplico al rey mi señor y afectuosamente y encargo y mando a la princesa, mi hija, y al príncipe, su marido no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las dichas indias reciban agravio alguno en sus personas ni bienes sino que manden que sean bien y justamente tratados.”

Humboldt pudo comprobar de primera mano, la prosperidad y desarrollo de la América española en sus viajes como naturalista, explorador y geógrafo.

La América latina preindependiente gozaba de una economía superior a la de muchos países europeos. México era una de las provincias más ricas del mundo y superaba a París en muchos aspectos. Mientras en Alemania se pagaba una media de 4,5 francos de sueldo, en México se pagaban 30 francos. Las ciudades latinoamericanas preindependientes eran mucho más ricas que las colonias inglesas de América del Norte.

Con el cambio de dinastía, los ilustrados españoles absorberían las corrientes francesas hasta el punto de creer en la leyenda negra. Con la independencia de las colonias, resucitaría la ingrata memoria oscura y finalmente, con la pérdida de las últimas posesiones en 1898, el fantasma de esa leyenda volvería a aparecer. Desde entonces, son muchos, incluidos bastantes españoles, que se han tragado de lleno toda clase de falacias y mentiras.

El profesor de Filosofía e historiador colombiano Ramón Bernardo Bulla, elaboró una recopilación de aquellos productos y materiales desconocidos para los nativos americanos que acabarían transformando su mundo para mejor.

Aportes materiales de España a América:

Centeno, lentejas, trigo, habas, alverjas, garbanzos, cebada, avena, nueces, avellanas, zanahorias, remolacha, nabos, puerros, rábanos, coles, repollo, espinacas, acelgas, lechuga, uvas, plátanos, olivos, peras, manzanas, cerezas, higos, melocotones, albaricoques, fresas, ciruelas, frambuesas, naranjas, limones, limas, mandarinas, mirto, calabaza, albahaca, mejorana, perejil, hinojo, menta, tomillo, laurel, pimiento, membrillo, cebolla, clavo, azafrán, ajo, ganado ovino, porcino, vacuno, ocas, jabalíes, perdices, ciervos, gallinas.

Si bien los nativos americanos dejaron construcciones espectaculares y maravillosas, las viviendas de los indios eran pobres y humildes. Con el advenimiento de los españoles, se introdujeron materiales varios que mejoraron notablemente la vida de sus habitantes:

Ladrillo, adobe, cemento, tejas de barro, brújula, acueductos, vías, carruajes (en México se conocía la rueda, pero solo para uso de juguetes, nunca a escala normal), herramientas, ciudades, reloj, vidrio, metales (No conocían la metalurgia, el trabajo de oro es muy moldeable y no precisa grandes temperaturas), industria, molinos, muebles, vestidos.

LOS CRONISTAS

Las crónicas que los contemporáneos de la Conquista nos han legado son muy abundantes. Por un lado, tenemos la visión de los derrotados, ya sea por testimonio directo de los propios indígenas (Manuscrito Tlatelolco, o los Anales Históricos de la nación mexicana) o a través de religiosos como el franciscano Bernardo de Sahagún, quién realizó una recopilación de información sobre el mundo nahuatl en su Libro XII del códice Florentino. El códice Aubin nos detalla la Historia de México desde el siglo XII hasta la llegada, conquista y establecimiento de los españoles.

Desde el punto de vista de los vencedores, tenemos el Lienzo de Tlaxcala, manuscrito elaborado por los tlaxcaltecas, pueblo aliado de Cortés en la conquista de México. En él, los aliados indígenas querían dejar patente que sin su ayuda, los españoles no habrían podido vencer a los aztecas. Una copia del manuscrito fue enviada al rey Carlos I, para recordarle los servicios que el pueblo tlaxcalteca había prestado a la Corona. 

Diego Muñoz de Camargo. Camargo fue un historiador tlaxcalteca, fruto de la unión de un capitán español y una nativa de Tlaxcala. Se consideraba más español que indígena. Escribió Historia de Tlaxcala.

Otro cronista de origen nativo fue Fernando Alva Ixtlilxochitl, quién escribió Historia chichimeca, un libro que recoge la creación del mundo, hasta la conquista de México. Es una obra bastante objetiva. 

El propio Hernán Cortés nos dejó una serie de cartas escritas al rey, donde relata su viaje a México y su posterior conquista. Son las célebres Cartas de Relación

El confesor personal de Cortés, Francisco López de Gómara, escribiría el relato más completo sobre la conquista del país azteca. Sin embargo, Gómara nunca estuvo en América y su relato está basado en el testimonio del propio Cortés.

Bernal Díaz del Castillo es sin duda, el mejor cronista de la conquista  de México (al menos para mi). Fue soldado de la expedición y por tanto, testigo directo de todos los acontecimientos. Aunque siente cierto rencor hacia Cortés por motivos de repartición (consideraba que Cortés no había recompensado bien a sus hombres), no duda en alabar sus múltiples virtudes y su humanidad. Su relato, Historia Verdadera de la Conquista de Nueva España, para nada tiene que ver con la imagen que ingleses u holandeses publicaron sobre los conquistadores. La lectura de sus escritos es fresca y amena y a pesar de sentirse inferior ante la obra de Gómara, del que tomaría algunas notas, su libro es una auténtica joya.  

Antonio de Solís escribiría su Historia de la Conquista de México, partiendo de los escritos de Gómara y del Castillo.

El Códice Tovar relata la historia de los mexicas, desde su llegada al Valle de México hasta la caída de Tenochtitlan.


Sobre estas líneas, Bernal Díaz del Castillo. Sin duda, el mejor cronista de la conquista de México.

El Libro de Mormón. He incluido en este repertorio, este registro de escrituras sagradas, perteneciente a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por una razón. Es el valor y respeto que dicha Iglesia profesa sobre personajes como Cristóbal Colón o los conquistadores, a los que consideran parte de una profecía. El Libro de Mormón contiene la historia de unos antiguos habitantes de América, en una época anterior a los grandes imperios precolombinos. Estos habitantes procedentes de Jerusalén, habrían llegado al continente americano aproximadamente sobre  el 600 a.C. tras la caída de la ciudad a manos de los babilonios, como promesa por su fidelidad a Dios.
Con el tiempo, tras multiplicarse y separarse en dos pueblos diferentes, el pueblo leal a Dios acabaría sucumbiendo a las armas del otro pueblo, unas gentes malvadas y sanguinarias que extinguirían el linaje y el cristianismo primitivo de sus gentes. A pesar de su desaparición, los profetas de este pueblo habían profetizado el advenimiento de unos hombres que llegarían al continente y evangelizaría a los habitantes que allí aún vivieran. En una de esas profecías podemos observar una clara referencia a Cristóbal Colón y los conquistadores españoles.

"Y miré, y vi entre los gentiles a un hombre que estaba separado de la posteridad de mis hermanos por las muchas aguas; y vi que el Espíritu de Dios descendió y obró sobre él; y el hombre partió sobre las muchas aguas, sí, hasta donde estaban los descendientes de mis hermanos que se encontraban en la tierra prometida.

Y aconteció que vi al Espíritu de Dios que obraba sobre otros gentiles, y salieron de su cautividad, cruzando las muchas aguas.

Y aconteció que yo, Nefi, vi que los gentiles que habían salido de la cautividad se humillaron delante del Señor, y el poder del Señor estaba con ellos...

Y vi que el poder de Dios estaba con ellos, y también que la ira de Dios pesaba sobre todos aquellos que estaban congregados en contra de ellos para la lucha.

Y yo, Nefi, vi que los gentiles que habían salido de la cautividad fueron librados por el poder de Dios de las manos de todas las demás naciones." 1Nefi: 12,13, 16..

Independientemente de sus doctrinas o  veracidad de este libro, resulta cuanto menos curioso su enseñanza, respecto a que el descubrimiento o la conquista formara parte de un plan divino en el que los españoles actuaban bajo la guía y protección del mismísimo Dios. Cuando uno contempla la manera en la que se llevó a cabo la Conquista, no puede evitar acordarse de las palabras del almirante holandés Hohenlohe Neuenstein en el célebre Milagro de Empel "Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro".



Este artículo está dedicado a mi tuitera favorita, Water Woman. Gran fan de los Tercios y de la historia en general.