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viernes, 29 de agosto de 2008

El califato omeya de al-Andalus

En el año 610, Muhammad Ibn Abd Allah "El Alabado", mas conocido en Occidente como Mahoma, recibió su llamamiento como profeta a través de las revelaciones del ángel Gabriel. 3 años despues comenzó abiertamente su predicación basada en los siguientes principios: fe en Allah como Dios único; oposición a los falsos dioses; y espera y miedo al castigo divino.

tras muchas vicisitudes, Mahoma logró crear una gran comunidad de creyentes que a su muerte abarcaba un considerable número de adeptos.

los musulmanes dividen el territorio sobre el que se extiende el gobierno islámico, y el resto de la tierra que debe ser ganada al Islam.

Así, poco a poco los sucesores de Mahoma se iban haciendo con el control de inmensos territorios a costa de los imperios persa y bizantino, debilitados por sus contínuos enfrentamientos. Siria, Egipto, Irak, Persia, Chipre... todas las ciudades caían sin que nadie pudiera hacer frente al poderío musulmán.

En el año 711 tuvo lugar un suceso transcendental para la Península Ibérica. Tariq, lugarteniente de Muza, logró derrotar a las tropas del rey visigodo Rodrigo en la famosa batalla del Río Guadalete, abriendo las puertas del continente europeo al empuje musulmán.En poco tiempo, Muza y Tariq avanzaron por la península llegando hasta Narbona en el 713. al-Andalus quedaba en poder del Islam.

Los Omeya. Del 661 al 750 nació la primera dinastía hereditaria del Islam, la omeya. Con capital en Damasco, los califas omeyas tuvieron que hacer frente a numerosas y contínuas sublevaciones que finalmente acabaron en guerras fratricidas y el exterminio de esta familia a manos de la nueva dinastía de los abbasíes.

Durante 4 años Abu l-Abbas al-Saffah, primer califa abbasí se esforzó por borrar del mapa cualquier indicio omeya, destruyendo el linaje de dicha familia. Sin embargo el joven príncipe omeya Abd al-Rahman, logró huir de la matanza y establecerse en el norte de África. Sabiendo de la lealtad de al-Andalus hacia él, cruzó el Estrecho y desembarcó en Almuñecar en agosto del 755. Tras juntar un gran ejército y abatir a sus opositores, Abd al-Rahman llegó a Córdoba donde recibió la sumisión de la población y donde se proclamó Emir de al-Andalus.

Durante su gobierno se dedicó a poner fin a las conspiraciones, luchó contra los bereberes y una vez pacificado su territorio, emprendió campañas contra los cristianos, derrotando a los ejércitos de Carlomagno en Roncesvalles y apoderándose de Zaragoza.
Abd al-Rahman inició la construcción de la mezquita de Córdoba.

su hijo Hisam I (788-796)le sucedió en el trono. Con él se consolidaba la dinastía omeya, continuó las expediciones contra los cristianos y completó la mezquita de Córdoba.

al-Hakam I (796-822) tuvo que pelear en varios frentes. Por un lado se tuvo que enfrentar a varios familiares pretendientes al trono, y por otro tuvo que sofocar las sublevaciones protagonizadas por bereberes y muladíes. Para acabar con las intrigas y los brotes independentistas que había en Toledo, organizó un banquete invitando a las figuras más relevantes de esa ciudad. según iban llegando los invitados, se les cortaba la cabeza arrojandola en un foso preparado de antemano. De ahí que ese día sea conocido como "la jornada del foso" o sea protagonista de la célebre frase "pasar una noche toledana" aludiendo a los acontecimientos acaecidos.

Otra rebelión reprimida con dureza fue la que tuvo lugar en el Arrabal de Córdoba, así lo cuenta el cronista Ibn al-Atir: "Al Hakam estableció el impuesto del diezmo sobre las mercaderías, lo que fue mal visto por el pueblo. El califa se apoderó de trescientos de los principales exaltados y les hizo crucificar, con lo que provocó la rebelión. Se crucificó cabeza abajo a treinta de los más notables de ellos. Y, durante tres días, los arrabales de Córdoba sufrieron muertes, incendios, pillajes y destrucciones. Miles fueron deportados a Fez y otros a la isla de Creta, donde formarían un gobierno autónomo hasta 961".

En sus expediciones contra los cristianos tuvo una suerte desigual. Al final de sus días empeoró la crisis interna con un hambre que azotó al-Andalus.

La llegada al trono de Abd al-Rahman II (822-852) calmó los ánimos de la población. El nuevo Emir fue un gran militar y un buen administrador, gustaba de la poesía y la música.
Entre los acontecimientos destacados durante su mandato, hay que señalar la batalla que los musulmanes tuvieron que librar contra los normandos. Estos vikingos, acompañados de los temibles berserkers llegaron hasta la Coruña donde fueron rechazados. Bordeando la costa llegaron hasta Lisboa donde tuvieron mejor suerte y saquearon a conciencia. De este modo, animados por el botín obtenido, penetraron en el interior de la Península a través del Río Guadalquivir (gracias a sus drakkar, embarcaciones de escaso calado) y desembarcaron en Sevilla saqueándola. Finalmente Abd al-Rahman II les hizo frente en Tablada donde los normandos sufrieron una aplastante derrota.
Otro episodio de especial relevancia ocurrió en 851 protagonizado por los mozárabes de Córdoba, que cansados de recibir presiones para abandonar el latín y el romance, y hartos de la intolerancia religiosa y cultural, decidieron proferir injurias contra Mahoma públicamente a fin de recibir martirio. Este incidente preocupó mucho a Abd al-Rahman II a quien le pesaba tener que aplicar la pena de muerte a los condenados. Poco antes de su muerte, el Emir logró reunir un concilio de obispos que desde el púlpito prohibieron a sus fieles las injurias contra Mahoma con el fin de hallar martirio. uno no era martir por gusto sino porque no tuviera mas remedio.
Muhammad I (852-886) recibió un reino estable y próspero. su gobierno se caracteriza por las numerosas sublevaciones que tuvo que sofocar.


Tras al-Mundir y Abd Allah, subió al trono en el 912 Abd al-Rahman III que en el 929 adoptaba el título de califa. Así, frenaba la ambición de los fatimíes que intentaban mediante incursiones hacerse con el poder de todos los territorios sometidos al Islam.todos los intentos de penetrar en la Península fueron interceptados por la poderosa flota del soberano cordobés y acabó con las aspiraciones fatimíes sobre al-Andalus. Otro éxito memorable fue contra los cristianos en Valdejunquera, o la toma de Ceuta en el 931. Pero tambien sufrió alguna dolorosa derrota con los cristianos como la de Simancas en el 939.

Fue una época de esplendor en la que Córdoba se conviertió en la ciudad más floreciente de Europa rivalizando incluso con Bagdad y Constantinopla.
Su hijo al-Hakam II (961-971) fue un bibliófilo y amante de la paz. En su biblioteca tenía más de 400,000 libros. Se preocupaba de los pobres y de la enseñanaza pública. Realizó numerosas obras públicas. Continuó las guerras contra los cristianos y logró frenar a los idrisíes de Tanger.
Cuando muere al-Hakam, su sucesor Hixam II solo contaba con 11 años. la guardia eslava pretendía poner en el trono a un hermano del fallecido pero al-Mansur instaló al niño en el trono y bajo su tutela se fue arrogando todos los poderes.
al-Mansur edificó la ciudad cordobesa de Madinat al-Zahira, reorganizó el ejército y llevó a cabo una serie de campañas contra los cristianos en Zamora, Simancas, León, Barcelona, etc..
según la tradición al-Mansur murió en Medinaceli en 1002 a causa de unas heridas recibidas en Calatañazor.
A partir de entonces comenzaría una serie de disturbios que acabarían con la desaparición del califato omeya, y daría lugar a los estados independientes de los reinos de taifas.